El Trastorno de Identidad Disociativo

A día de hoy, aunque el avance en las últimas décadas ha sido sorprendentemente enorme (al menos en occidente), las enfermedades mentales siguen siendo un tema cargado de prejuicios y con un gran tabú en la sociedad.

Salud mental
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El trastorno de identidad disociativo, conocido anteriormente y de manera no formal como trastorno de personalidad múltiple, es aquella enfermedad mental en la que el afectado posee dos o más identidades. Dichas identidades, las cuales "generan" individuos que para nada tienen por qué parecerse a la identidad original de la persona, toman el control del individuo sin un patrón aparente. Esto suele provocar episodios de amnesia, ya que muchas veces cada identidad solo recuerda los hechos que a esa misma le han sucedido. 

Una enfermedad mental es toda aquella afección que impacta en el pensamiento, sentimientos, estado de ánimo o comportamiento de una persona. Pueden ser crónicas (que acompañen toda la vida a un individuo), u ocasionales, pudiendo o no afectar su forma de relacionarse en la sociedad en su día a día. La cantidad de enfermedades mentales, al igual que físicas, desgraciadamente es enorme. Hoy me gustaría centrarme en una en particular, el trastorno de identidad disociativo.

Este trastorno puede actuar de diferentes formas; en primer lugar en forma de "posesión", cuando las identidades no originales toman el control de la persona, sin que la original sea consciente de que ya no está presente en sus propias acciones. Esta es la forma más evidente de cara al exterior, ya que cada identidad generada suele tener unos patrones de conducta y habla muy diferentes al del original, siendo erróneamente asociados, aún más en el pasado, con una posesión demoníaca. En segundo lugar tenemos la forma de "no posesión, la cual en innumerables ocasiones es incapaz de ser percibida por la gente externa, pero en este caso el individuo original sí lo es, pudiendo sentirse como un mero espectador de sus propias acciones dentro de su cuerpo.

La causa más común por la que nos encontramos ante este diagnóstico en el 90% de los casos, es un trauma producido en la infancia. La sucesión de diferentes situaciones de mucho estrés y ansiedad causa la necesidad de evasión del niño, el cual como medida de protección genera diferentes comportamientos y actitudes. Todo este proceso desemboca en la aparición de nuevas identidades, las cuales poseen muchas veces estas actitudes protectoras. Por otro lado, hay gente que relaciona esta enfermedad con la esquizofrenia, pero no hay ningún indicio de que ambas estén relacionadas.

Cerebro encadenado
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Algunos de los síntomas más comunes son los episodios de amnesia antes mencionados, sensación de estar separado de tus propias emociones, percepción distorsionada de la realidad, confusión, entre otros muchos. La mejor forma de tratamiento actualmente consiste en terapia, enfocada en promover la cooperación de las distintas identidades.

Finalmente comentar que las enfermedades mentales son más comunes de lo que pensamos. Tan solo en España 1 de cada 10 adultos son diagnosticados con una enfermedad mental, un número bastante más elevado de lo que a priori podríamos pensar. Todo el estigma relacionado con estas genera aún más problemas, como la retroalimentación y aparición de otras enfermedades mentales, o el suicidio. Por último me gustaría invitaros a visualizar la entrevista realizada por Jordi Wild a Long Soul System, persona diagnosticada con el trastorno de identidad disociativo. Esta es una de las pocas entrevistas y una de las pocas personas que visibilizan dicha enfermedad que podemos encontrar actualmente en las redes.

Espero que luchando juntos y juntas consigamos algún día la visibilidad de estas enfermedades tan invisibles.

Nos vemos en el siguiente artículo