La pena de muerte en España

Una semana más me gustaría hablar sobre uno de los temas más polémicos que la sociedad contempla actualmente. Son muchas y muy variadas las opiniones acerca de este controversial castigo, el cual podemos encontrar o no dependiendo del país. Por ello me gustaría realizar un análisis del mismo, y en especial cómo es tratado este en nuestro país. Estoy hablando de la pena de muerte.

Horca
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La pena de muerte (también denominada pena capital o ejecución), es el máximo castigo por el que la autoridad de un país puede llegar a castigar a un ser humano. Esta consiste en quitar la vida a aquella persona que haya cometido un delito grave o capital al incumplir cierta ley. Los métodos para llevarla a cabo son muy diversos y pueden variar respecto al país ejecutor. Su origen se encuentra prácticamente desde el comienzo de las primeras civilizaciones, y a la vez que la evolución de estas, sus métodos de ejecución han ido cambiando.

A día de hoy, entre los métodos de ejecución más comunes alrededor del globo nos podemos encontrar con la decapitación; que consiste en la separación de la cabeza y cuerpo mediante la utilización de diferentes herramientas, electrocución; la cual se basa en aplicar en un organismo una corriente eléctrica mortal, ahorcamiento; en donde se suspende el cuerpo desde el cuello, inyección letal; una inyección intravenosa de un conjunto de químicos que produce un paro cardiaco o respiratorio, y fusilamiento; en el cual una o varias personas disparan un arma al condenado.

Aún en la actualidad, son un gran número los países en los que la pena de muerte se aplica como castigo. La mayoría de ellos los podemos encontrar en el continente africano y asiático, dato que nos lleva a pensar que la pena de muerte puede tener conexión con ciertas culturas. Aunque la verdad es que año tras año asistimos a una reducción paulatina en cuanto a países se refiere, por ello es que más de dos tercios de los estados mundiales no contemplan la pena de muerte como un castigo entre sus leyes. Siendo 108 los estados en donde se encuentra prohibida, frente a 29 en donde aún se practica o sigue vigente.

España por su parte, se encuentra entre aquellos países que rechazan legislativamente esta práctica. Pero esto no siempre ha sido así. Sus inicios se remontan a la Edad Media , en donde la decapitación y ahorcamiento nombradas anteriormente, eran la forma más común. Esto fue hasta la introducción de la técnica garrote vil, la cual fue empleada como único método de ejecución por más de 150 años. Con la llegada de la Segunda República la pena de muerte en nuestro país quedó prohibida, aunque esto apenas duró un par de años, ya que el aumento de la violencia política reinstauró este castigo para terroristas y bandoleros. Poco tiempo después, con la Guerra Civil, ambos bandos no cesaron de realizar ejecuciones, en su mayoría por fusilamiento. Con la caída de la República y el alzamiento del Franquismo, la pena de muerte volvió a ser reinstaurada para delitos comunes, siendo en gran parte aplicada en castigos de carácter político.

Carretera
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La aplicación de esta condena se convirtió en una práctica rutinaria, hasta el año 1975, cuando se produjeron las últimas ejecuciones en nuestro país. Ese mismo año con la muerte de Franco, dio comienzo a la democratización del estado español, la cual se consolidó con la Constitución de 1978. Esta constitución prohibió toda condena a muerte, salvo por una serie de delitos específicos como traición, espionaje, sabotaje entre otros. De todos modos, aún con su posible aplicación en casos concretos, jamás volvió a ser practicada. Finalmente en el año 1995, su prohibición absoluta se produjo siendo aprobada por el apoyo de todos los partidos políticos.

En mi opinión, la pena de muerte jamás debería de convertirse en una "solución" por parte de ningún estado. Ningún ser humano merece el derecho de arrebatar la vida a otro, ya sea este un asesino, violador o semejante. Al igual que ellos no merecen la libertad de realizar aquellos actos tan repugnantes, ninguna institución debería poseer el derecho de arrebatar aquello a lo que cualquier persona se reduce, una vida. Al final de cuentas todos somos seres humanos, aunque obviamente condeno cualquier acto de estos calibres y su consecuente castigo. Pero este mismo castigo jamás debería traducirse en el arrebato de una vida.

Nos vemos en el siguiente artículo...

Comentarios

  1. ¡Hola compañero!
    Me ha parecido muy interesante tu entrada semanal. Considero que la pena de muerte es uno de los temas que más polémica y debate genera en la actualidad, ya que existen numerosas opiniones diferentes al respecto.
    Mi opinión sobre ello, se desarrolla en base a lo que tú defiendes.
    Indudablemente pienso que un criminal debe pagar por el crimen cometido y es merecedor de un castigo, sin embargo; por mucha impotencia o repugnancia que nos pueda generar esta persona, no merece ser castigado con la muerte.
    Creo que si no creemos en el proceso de reinserción significa que hemos perdido por completo la esperanza en la humanidad.
    Un saludo

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    1. Hola Andrea,
      Me alegro que esta entrada te haya resultado interesante. Es un placer compartir opiniones similares. Se trata de un tema muy difícil del cual hablar, y entiendo que mucha gente defienda aplicar el "ojo por ojo, diente por diente" a dichos criminales. Pero como compartimos, nadie tiene derecho a quitar una vida a otra persona. También como dices, es importante creer en el proceso de reinserción, pero la forma por la cual conseguirla da para otra conversación aparte.
      Un saludo compañera.

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